Finalizando la cuesta de enero, cabe plantear si este es el año en el que por fin deberíamos dejar de tropezar con las mismas piedras digitales y emocionales de siempre. ¿Cuántos de nosotros nos hemos despertado por la noche sudando porque alguien dijo “tenemos una brecha de seguridad”?...O ese maldito informe de productividad que ha mostrado un importante bajón y ya sentimos el aliento de la competencia en el cuello. O peor aún, el de tu jefe/a.
En la era de los datos, las
emociones y la ciberinteligencia, solo sobreviven y sobrevivirán las empresas
que sepan combinar tecnología, humanidad y… cordura.
La ciberinteligencia: tu mejor
aliada (si sabes usarla)
Si en tu empresa todavía se
comparten contraseñas por WhatsApp, mail, o el WiFi se llama “Empresa123” y la
contraseña del mismo es el nombre de tu empresa ya puedes ir preparando la
alfombra roja para los ciberdelincuentes. Los ataques cibernéticos no son cosa
del futuro, son el presente. Se calcula que aproximadamente el 43% de
los ciberataques se dirigen a pequeñas y medianas empresas (EFE, 2023),
porque, claro, a nadie le importan hasta que alguien roba sus datos y los vende
en la dark web. Que por cierto, seguro que también están tus datos “rulando”
por ahí. Pero…¿Ni idea verdad?
La ciberinteligencia no es solo
tener un antivirus actualizado o un firewall que parece sacado de los años
2000. Es la capacidad de anticiparte, de monitorizar riesgos, de proteger no
solo tus datos, sino todavía más importante: los de tus clientes. En una aldea
global donde la confianza es tan volátil como el mercado de criptomonedas,
¿quién va a querer trabajar contigo si no puedes proteger su información?
La sustancia aquí…está clara: invierte
en inteligencia, no en parches temporales o en paquetes estandarizados de
empresas de seguridad. Desde la formación de tu equipo hasta la
implementación de sistemas basados en inteligencia artificial que identifiquen
patrones sospechosos. ¿El futuro? La ciberseguridad no será opcional, será un
pilar tan fundamental como la parada para el café en las mañanas de oficina.
Tus datos: el petróleo del
siglo XXI
Seguro que has oído esta frase
tantas veces que ya parece un mantra de autoayuda empresarial. Pero, ¿realmente
estás aprovechando tus datos o simplemente acumulas tablas de Excel que nadie
entiende? En una etapa histórica sobreinformada en plan Aldous Huxley, saturado
de información, los datos no valen nada si no los gestionas bien.
El problema es que la mayoría de
las empresas tienen una relación tóxica con sus datos. Los acumulan
compulsivamente, los analizan superficialmente y luego lloran cuando las
métricas no reflejan lo que esperaban. ¿Qué solución plantear? Dejar de verlo
como un “proyecto futuro” y empezar a tratarlo como el activo más valioso de tu
empresa.
Por eso es importante comenzar a
realizar diferentes cambios:
- Automatización: La inteligencia artificial
no es solo para hacer chatbots. Úsala para procesar datos en tiempo real,
anticipar tendencias y ajustar estrategias antes de que sea demasiado
tarde.
- Transparencia: Tus clientes no son idiotas.
Saben que sus datos están en tus manos, y esperan que los uses con
respeto. Asegúrate de cumplir con la regulación (GDPR y demás) y, sobre
todo, de comunicar qué haces con esa información.
El mundo no necesita más empresas
que coleccionen datos como quien colecciona tazos o cromos. Necesita empresas
que los usen para resolver problemas reales.
El autocuidado: sí, esto
también va de ti y tu equipo
¿Y las personas? Ah, sí. Esos
seres que parecen recursos renovables porque, al parecer, nadie necesita
descanso en un mundo hiperconectado. Las empresas se han pasado décadas
hablando de productividad mientras ignoraban al motor que hace que rindan: la
salud mental, física y emocional de los empleados.
El autocuidado no es un lujo, es
una necesidad. Y no solo para tus empleados, sino también para ti como líder. ¿De
qué sirve la ciberinteligencia más avanzada o los datos más precisos si tu
equipo está quemado, desmotivado y considerando que vender cerámica en un
mercadillo es mejor que aguantar una reunión más contigo?
Este paradigma va más allá del
clásico “pon un gimnasio en la oficina”. Es un cambio de mentalidad:
- Fomenta el descanso real: Y no me refiero a
darles un café gratis en plan mono de feria. Hablo de horarios flexibles,
trabajo remoto bien diseñado y respeto por el tiempo personal. Y si
alguien te dice que está hasta arriba y no puede más, quizás no haya que
animarlo a que pueda, sino buscar mecanismos para que lo consiga con otros
medios y no se sature, porque...Si “peta”, ¿quién hará ese maravilloso
trabajo?
- Cultura del apoyo: Para lo anterior, esto es
fundamental. Que la comunicación emocional no sea un tabú. Escucha a tu
equipo, crea espacios seguros para que puedan expresar cómo se sienten y,
lo más importante, haz algo al respecto. Esto no va de ser un receptor de
señal, como el que le habla a su perro/gato. Va de cambiar las cosas.
- Invierte en formación emocional: Sí, igual
que enseñas Excel, enseña gestión del estrés, mindfulness o incluso
técnicas de resolución de conflictos. Y lo más importante: Enseña y educa
en el autocuidado emocional, físico y relacional. No sólo vale con
juntarnos una vez al año y decir quién ha perdido más pelo al trabajar y
darlo todo por la empresa, sin ninguna gratificación extra.
Un equipo sano es un equipo que
innova, que se compromete y que, sí, también evita que tú acabes haciendo todo
el trabajo porque nadie quiere quedarse.
Como diría Jim Rohn: “Cuida de tu
cuerpo. Es el único lugar que tienes para vivir”. Y añado: Cuídalo mucho más
dentro de la empresa, ya que es donde pasas 1/3 de tu vida.
El triángulo perfecto:
tecnología, datos y humanidad
La verdadera magia ocurre cuando
combinas estos tres pilares. No se trata de priorizar uno sobre otro, sino de
encontrar el equilibrio. La tecnología te protege y te hace competitivo; los
datos te dan las herramientas para tomar mejores decisiones; y el cuidado
emocional asegura que quienes forman parte de tu empresa quieran quedarse y
crecer contigo.
“La privacidad ya no es un
privilegio, es un derecho fundamental que debemos proteger en la era digital”. Tim Cook. Y cortésmente yo añadiría: si no proteges
y cuidas tu tecnología, tus datos y a tu gente, al final, lo que estaremos
haciendo es perder derechos como empleados, y más importante…como humanos.
Así que este 2025, deja de
postergar lo importante. Protege, gestiona y cuida. Porque la verdadera ventaja
competitiva no está en lo que vendes, sino en cómo lo haces y con quién lo
haces.
Bibliografía:
EFE. (2023, 3 de diciembre). Google
avisa que España tiene un problema gordo: el 43% de los ciberataques son a
PYMEs. Recuperado de https://efe.com/andalucia/2023-12-03/google-avisa-que-espana-tiene-un-problema-gordo-el-43-de-los-ciberataques-son-a-pymes/
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